Con un Teatro Caupolican repleto, The Rapture hizo gala de todo su talento para hacer bailara a las más de cuatro mil personas que repletaron el Caupolican.
Temas como Woho alright Yeah Woo, Pieces we Love y muchos otros, provocaron el baile desenfrenado de toda la multitud.
Una hora y media de espectáculo, con el mejor dance punk del mundo que aterrizó en Santiago gracias a The Rapture.
Los encargados de calentar los motores fueron los The Ganjas, con su rock psicodélico se encargaron de recibir a todos los asistentes. Un show en donde invitaron a la reflexión rockera de todo aquel que se sintiera parte de esta gran fiesta que terminaría con lo mejor de The Rapture.
Definitivamente The Rapture confirmó su cartel de “padres del dance punk” con un impecable presentación que dejó la barrera demasiado alta ara cualquier grupo de esta especie.
Finalmente la fiesta la cerró un DJ que provocó que nadie se moviera del Caupolican. Las cervezas corrían, la chicas bailaban y nadie quería que la fiesta acabara.
Temas como Woho alright Yeah Woo, Pieces we Love y muchos otros, provocaron el baile desenfrenado de toda la multitud.
Una hora y media de espectáculo, con el mejor dance punk del mundo que aterrizó en Santiago gracias a The Rapture.
Los encargados de calentar los motores fueron los The Ganjas, con su rock psicodélico se encargaron de recibir a todos los asistentes. Un show en donde invitaron a la reflexión rockera de todo aquel que se sintiera parte de esta gran fiesta que terminaría con lo mejor de The Rapture.
Definitivamente The Rapture confirmó su cartel de “padres del dance punk” con un impecable presentación que dejó la barrera demasiado alta ara cualquier grupo de esta especie.
Finalmente la fiesta la cerró un DJ que provocó que nadie se moviera del Caupolican. Las cervezas corrían, la chicas bailaban y nadie quería que la fiesta acabara.
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